Es un proyecto que quiere desarrollar un sistema de evaluación que muestre la huella ambiental, socioeconómica y de justiprecio que hay detrás de los productos alimenticios que se consumen. El sistema de evaluación y transparencia permitirá identificar y comunicar las externalidades (positivas o negativas) derivadas de las acciones de compra. Las personas consumidoras dispondrán de una información primordial (y ahora inexistente) para decidir qué consumen. Se espera que incorporen criterios de compra alineados con los valores de la ESS y la agroecología.