María, junto con en Nacho, tienen una manada de 100 ovejas ripollesas, 20 cabras de rasquera y algunas otras razas, que pastan diariamente por una de las grandes fincas del alta Garrotxa, en el Valle del Bac. La presencia de su ganado sirve para mantener espacios abiertos identificados como zonas seguras para los Bomberos, a la vez que hacen un control del combustible vegetal en diferentes bosques del valle.